Los defectos de carácter
Examina tu conciencia.
Se recuerdan los pecados preguntándose sin prisa lo que se ha hecho en contra de los mandamientos de la Ley de Dios y de la Iglesia, con plena advertencia y pleno consentimiento.
1) Egoísmo
Inmoderado amor de uno mismo que le hace pensar únicamente en su interés personal. Egocentrismo.
Tendencia a considerarse el centro del Universo. (Aquí se hace lo que yo diga y punto.) Al egocéntrico le parece que el mundo gira a su alrededor. Le gustaría bailar pero no se atreve a hacerlo, porque siente temor a parecer torpe. Al acometer cualquier empresa, siente pánico de dar una impresión desventajosa de sí mismo, porque podría perjudicar la fachada postiza que le presenta a la gente.
¿Estoy siempre únicamente pensando en mi interés personal?
¿Me creo el centro del Universo?
¿Atiendo primero mis necesidades que las de mi familia?
¿En las reuniones me siento la persona más importante?
¿Siento excesivo temor cuando me dispongo a bailar?
¿Pretendo aparecer ante los demás como una persona importante?
¿Presento ante otros una «fachada» postiza?
2) La auto justificación
Tendencia a justificarse a sí mismo, a probarse a uno mismo que tiene la razón. Alto grado del arte de justificar la manera de beber, de comer y la conducta de uno, haciendo malabarismos mentales. Pretextos que llamamos razones.
¿Me estoy justificando constantemente a mi mismo por errores, aduciendo algunas de estas razones o pretextos?
a) A partir de mañana, vida nueva…
b) Si no fuera por mi mujer ( esposo) y mis hijos…
c) Si no fuera por mi suegra…
d) Si pudiera empezar de nuevo…
e) Una copa me ayudará a pensar sobre este asunto..
f) Es que hay gente que me ataca los nervios, no las soporto…
g) Si en un principio hubiera hecho las cosas de otra manera…
3) Manca de honradez en la manera de pensar
Carencia de probidad, de integridad en las reflexiones que uno hace. Es otra forma de mentir, hasta es posible que usemos como base una hipótesis de hechos y verdades, pero a través de una serie de malabarismos mentales, llegamos precisamente a la conclusión que nos habíamos propuesto llegar.
l. ¿Uso algunos de estos malabarismos o racionalizaciones?
a) Si rompo con esa querida que tengo, me va a hacer un escándalo y mi mujer que nada sabía, se va a enterar del enredo en que estaba yo metido.
b) No es justo que mi mujer tenga un disgusto, así es que mejor deje que las cosas sigan igual.
c) La «otra» no tiene ninguna culpa…
d) Si le digo a mi esposa cuánto fue lo que realmente me dieron de gratificación, todo el dinero se va a ir en pagar cuentas atrasadas, así que mejor no se lo digo y que viva en paz.
e) Mi esposa viste bien; en la casa no falta nada, mis hijos van a un buen colegio; qué más quieren?
4) Engreimiento
Envanecimiento, orgullo (1 de los 7 pecados capitales)
Cuando cometo una falta y me lo señalan, ¿cuál es mi reacción? ¿Me molesto?
¿Siento lastimado mi amor propio cuando admito mi impotencia ante algo?
¿Hace el orgullo que yo sea mi propia ley, mi propio juez en cuestiones de moral, mi propio Dios?
¿Es para mí el orgullo una fuente de censura, de murmuración mal intencionada, de difamación y de destrucción de carácter?
¿El orgullo hace que yo trate de justificar mis faltas, porque estoy renuente a admitir que estoy equivocado?
5) Resentimiento
Disgusto que se experimenta por algo. Es el desagrado emanado de un daño, real o imaginario, que va acompañado de exacerbación, de odio. Es uno de los defectos que más nos perjudica.
¿He sentido odio contra el patrón cuando me han despedido del trabajo?
¿Me he encolerizado contra aquellas personas que me advertían que estaba obrando mal en algo?
¿He odiado a alguien a quien se le reconozca el cabal desempeño de sus obligaciones?
¿Tengo resentimiento contra alguna persona?
¿Tengo resentimiento contra a1gún grupo de personas?
¿Contra instituciones?
¿Contra religiones?
¿Contra ideas?
El resentimiento saca a relucir lo peor de nuestra inmadurez emocional y causa aflicciones tanto a uno mismo como a otros.
6) Intolerancia
Falta de indulgencia hacia lo que no se puede impedir. Renuncia a transigir con creencias (religiosas o políticas), ideas, costumbres, etc., que difieren de las de uno.
Odio a otros por el hecho de ser:
a) ¿Judíos? ¿Negros? ¿Indios?
b) ¿Por pertenecer a otra religión que no es la mía?
c) ¿O porque son ciudadanos de determinado país?
d) ¿Ha escogido alguien el color de la piel con que ha nacido?
7) Impaciencia
Carencia de la cualidad de saber esperar con tranquilidad las cosas que tardan.
¿Cuando alguien me hace esperar, recuerdo mis impuntualidades?
¿Soy paciente en 1as reuniones, en el cine, en la Iglesia, en el mercado, en el tráfico, etc. ?
8) Envidia
a) Mi vecino cambia de auto cada año porque le está yendo bien en los negocios, pero yo siento que me está haciendo quedar mal a mí; para tratar de salvar las apariencias, ¿hago lo posible por ridiculizarlo?
b) Mi cuñado es un hombre dedicado a su familia, trabajador y decente. ¿Digo yo de él que es un tipo infuloso porque quisiera ser como él?
c) ¿No me he dicho alguna vez: «Si yo hubiese tenido las oportunidades que fulano de tal ha tenido, estaría tan bien o mejor que el»?
9) Hipocresía
Vicio que consiste en la afectación de una virtud o cualidad que uno no tiene.
a) ¿Hago obsequios valiosos para calmar la tormenta que desato con mis malas acciones?
b) Me compro cosas diciéndome que las necesito, pero a mis hijos, esposo o alguna persona cercana, ¿no les habría podido resolver una real necesidad?
c) ¿Soy de los que deja pasmada a la gente con sus profundos conocimientos, pero no tiene un minuto de su tiempo para dedicarlo a la familia?
d) ¿Hasta qué grado es real lo que pretendo ser ante los demás?
10) Morosidad
Lentitud, tardanza en hacer una cosa. Posponer las cosas que uno sabe que tiene que hacer. Dejar las cosas para mañana.
a) ¿Ha habido cosas sin importancia, pero que tenía que hacer, las cuales dejé para después, hasta llegar el momento en que me fue imposible hacerlas?
b) ¿Me mimo haciendo las cosas «a mi modo» o trato que haya orden y disciplina en el desempeño de mis obligaciones cotidianas?
c) ¿Desempeño a gusto los encargos que se me hacen?
d) ¿Creo que me están cargando la mano o es que soy demasiado f1ojo y orgulloso?
1) ¿Creo que las cosas triviales se vuelven importantes, cuando se hacen por amor a Dios?
11) Auto – conmiseración
Compasión, sensibilidad excesiva por el mal que padece uno mismo. Defecto insidioso de la personalidad y señal de peligro, al que se debe estar muy alerta.
a) ¿He dicho «Si yo tuviera dinero no tendría que preocuparme»?
b) ¿Me estoy lamentando constantemente de mi situación económica?
c) ¿Me conmisero demasiado en mis asuntos emotivos?
d) ¿Tengo la idea de que a mí nadie me quiere?
Cuando alguien siente auto-conmiseración, conviene visitar la sala de cancerosos de un hospital, para poder tener en cuenta las bendiciones y beneficios que uno ha recibido.
12) Susceptibilidad excesiva
Exceso de delicadeza, de genio. Nimiedad de carácter.
a) Saludo a un conocido, pero este no me contesta. ¿Me siento entonces desairado y molesto sin pensar que tal vez no me haya visto o reconocido?
b) Si no me invitan a una reunión o si no se me invita a hablar en una sesión, entonces ¿entra en juego mi imaginación y llego a la conclusión, de que es por que les soy antipático?
13) Miedo
Sentimiento de inquietud por un peligro real o imaginario. Si aceptamos ponernos en las manos de Dios y encaramos con honradez lo que realmente somos, entonces el fantasma del miedo desaparece.
a) ¿Siento temor en determinados días, sin que haya motivo justificado?
b) ¿Siento miedo de quedarme sin trabajo, de quedarme solo, sin razón para ello?
c) ¿Me invade la inquietud por peligros irreales?
d) ¿He puesto mi vida y mi voluntad al cuidado de Dios?
e) ¿Qué hago cuando me invade el temor, el miedo, la inquietud?
D.- Las virtudes, actitudes y responsabilidades (corrigiéndonos)
Cuando estamos mal espiritualmente, emocionalmente, existe un vacío en nuestras vidas, ese vacío para ser llenado requiere que nos volvamos hacia adentro de nosotros mismos, nos analicemos, reflexionemos y entremos en contacto con Dios, sea cual sea la forma en que concibamos a Dios. El nos irá llenando y nos indicara l0 que debemos hacer.
Y para entrar en contacto con Dios debemos «limpiarnos» lo más posible, nosotros mismos, eliminar esos defectos de carácter y reemplazarlos con elementos mas apropiados para llevar una vida mas satisfactoria. No luchemos contra nuestros defectos, reemplacémoslos.
Lo que sigue a continuación, que no solo sirva para proseguir en el análisis de la personalidad, sino como guía para la formación de una nueva personalidad. No se trata de adquirir perfección ni ningún estado ideal, sino sencillamente de poder llevar una vida que de por resultado: respeto por sí mismo, afecto y respeto de los demás para con uno y seguridad en que Dios dirige nuestra vida.